International Network for Management of Animal Bites (INMAB).
03 de mayo 2025
Cuando un solo hombre decide inocularse veneno de serpiente durante 18 años, la historia suena a locura o ficción. Pero cuando su sistema inmune se convierte en la base de uno de los descubrimientos biomédicos más prometedores de los últimos años, entendemos que la ciencia tiene muchas formas de abrirse camino.
Acaba de publicarse en la revista Cell un estudio(1) que marca un antes y un después en el tratamiento de mordeduras de serpiente. Y no solo por su espectacularidad científica, sino porque su impacto potencial en salud pública es inmenso, especialmente en regiones como India, África, América Latina o el Sudeste Asiático, donde los accidentes ofídicos siguen siendo una amenaza cotidiana.
🐍 Un problema tan antiguo como olvidado
Cada año, más de 100.000 personas mueren y unas 400.000 quedan con secuelas permanentes por mordeduras de serpiente. Y aunque parezca increíble, el tratamiento más utilizado sigue siendo el suero antiofídico clásico: anticuerpos derivados de caballos u ovejas inmunizados con veneno.
Este enfoque, aunque salvó millones de vidas en el siglo XX, tiene múltiples limitaciones:
Ahora, un equipo internacional ha logrado desarrollar una alternativa que promete superar todos estos obstáculos: un cóctel de anticuerpos humanos y un fármaco inhibidor, capaz de neutralizar venenos de hasta 19 especies diferentes de serpientes letales.
🧬 El secreto estaba en un cuerpo muy entrenado
Lo más inesperado de esta historia es su punto de partida: un solo hombre que, durante casi dos décadas, se inoculó voluntariamente con venenos de más de 20 especies distintas. Su objetivo era desarrollar inmunidad, como una forma extrema de autodefensa. Lo logró… y su sistema inmunológico se volvió una joya científica.
En 2023, este donante fue contactado por investigadores de Centivax y del NIH (Estados Unidos). Le extrajeron sangre, aislaron sus células inmunes de memoria y construyeron una biblioteca de anticuerpos. A partir de ahí, seleccionaron aquellos que eran capaces de unirse y neutralizar toxinas de distintas serpientes.
🧠 Dos anticuerpos clave y un fármaco que los potencia
Tras varios pasos de selección y optimización, identificaron dos anticuerpos extraordinarios:
Ambos se unen justo en el punto donde esas toxinas atacan al sistema nervioso humano: el receptor nicotínico de acetilcolina. Es decir, impiden que las toxinas actúen, como si sellaran la cerradura antes de que la serpiente pueda usar la llave.
A ellos se suma varespladib, un fármaco que bloquea las enzimas fosfolipasas A2 (PLA₂), que destruyen tejidos y órganos. Estas enzimas son comunes en muchas especies, especialmente en Oceanía.
🧪 ¿Funciona en la práctica?
Sí. Y con una eficacia impresionante.
Los investigadores probaron este cóctel en ratones, enfrentándolos a dosis letales de venenos de 19 especies distintas, incluidas cobras indias, mambas negras, kraits, taipanes y serpientes marinas.
El resultado fue asombroso: protección total o significativa en todos los casos. Y lo más importante: con un solo cóctel, sin necesidad de saber qué serpiente causó el accidente.
🌍 Una solución real para un problema global
Las mordeduras de serpiente afectan sobre todo a comunidades rurales, agrícolas e indígenas. En muchos países (como Ecuador, India, Nigeria o Brasil), el acceso a un antiveneno específico, en el momento exacto, es una carrera contra el tiempo que muchas veces se pierde.
Un cóctel universal, como el que propone este estudio, elimina muchas de las barreras actuales:
Y más allá de eso, representa un cambio de paradigma: la ciencia moderna, usando estructuras cristalinas, bibliotecas inmunológicas y diseño molecular, puede vencer incluso a uno de los enemigos más antiguos de la humanidad: el veneno.
💭 ¿Y si fuera el primer paso hacia una vacuna?
Aunque aún no existe una vacuna, y aunque el estudio se centra en el tratamiento, no es descabellado pensar que con los conocimientos adquiridos -las zonas vulnerables comunes a muchas toxinas, los anticuerpos modelo y los puntos de unión al receptor- podríamos estar más cerca que nunca de una vacuna preventiva.
En zonas donde las mordeduras son inevitables, vacunar a poblaciones en riesgo podría ser una revolución en salud pública comparable a la del suero antiofídico… pero esta vez, más segura, más eficaz y más universal.
Y quizás, con los apoyos adecuados, este avance sea también una esperanza real para alcanzar el objetivo 2030 de la OMS: reducir a la mitad las muertes y discapacidades por mordedura de serpiente.
🔬 La ciencia que salva
Este estudio no es solo un avance técnico. Es una demostración de hasta dónde puede llegar la ciencia cuando combina conocimiento, herramientas modernas y pasión por resolver problemas reales.
Y si algo queda claro al conocer esta historia, es que incluso un solo cuerpo humano —el de aquel donante voluntario— puede ser el punto de partida para proteger millones más.
📚 Para acceder al artículo oríginal:
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